¿Qué es una dieta sensorial?
Para muchas personas con trastorno del espectro autista (TEA), el procesamiento sensorial puede ser un reto. Los estudios han informado que aproximadamente entre el 42% y el 88% de los niños con TEA presentan una disfunción de la integración sensoriomotora. Este trastorno del procesamiento sensorial afecta la forma en que el cerebro percibe la información sensorial y la manera en que la persona responde a esa información. La forma en que el cerebro procesa la información sensorial desempeña un papel crucial en la regulación del comportamiento y la función motora, lo que significa que los niños con autismo y disfunción de la integración sensoriomotora pueden reaccionar negativamente a determinados estímulos sensoriales.
El comportamiento ante estos estímulos puede ser motivo de preocupación para muchos padres y cuidadores. En este contexto, los terapeutas ocupacionales Wilbarger y Wilbarger introdujeron en 1991 lo que se conoce como dieta sensorial . Pero ¿qué es una dieta sensorial? Este plan, diseñado a medida por los terapeutas, aborda la entrada sensorial de los clientes mediante actividades físicas y adaptaciones destinadas a satisfacer sus necesidades sensoriales. El propósito es mantener a las personas centradas y organizadas a lo largo del día, evitando sentimientos de sobrecarga y agobio y fomentando la calma, la tranquilidad y unos niveles de energía adecuados.
Con este blog de ABA Centers of Florida, queremos ofrecerte una guía completa sobre la dieta sensorial, con actividades y estrategias útiles que puedes incorporar a la rutina de tu hijo con autismo. El objetivo es ayudarles a manejar sus entradas sensoriales y permanecer más regulados durante todo el día.
¿Cómo Funciona la Dieta Sensorial?
Una dieta sensorial tiene como objetivo satisfacer las necesidades sensoriales del sistema nervioso, ya sea previniendo la sobrecarga sensorial y emocional o actuando como método de recuperación una vez que el individuo ha alcanzado un estado de estrés.
Para elaborar un plan de dieta sensorial es esencial conocer a fondo el perfil sensorial del niño. Además, es crucial explorar actividades que promuevan la relajación y ayuden a regular su estado emocional y físico. Involucrar regularmente a los niños en experiencias sensoriales puede ser útil para mantener la concentración, la atención y la interacción y promover la regulación cuando se sienten abrumados o fuera de control, reduciendo así los niveles de ansiedad.
Un terapeuta ocupacional (TO) se encarga de diseñar una dieta sensorial y crear un plan o programa personalizado. Después, los padres y cuidadores pueden llevar a cabo las actividades recomendadas en casa, mientras que los educadores o auxiliares pedagógicos pueden utilizarlas en el entorno escolar. Es esencial pedir consejo a un TO experto en problemas de procesamiento sensorial, ya que puede ser difícil determinar si el niño reacciona de forma exagerada o insuficiente en momentos concretos. Un terapeuta ocupacional cualificado puede ajustar los estímulos sensoriales a las necesidades individuales del niño y plantearle los retos adecuados para que alcance un estado de equilibrio.
Comprendiendo el Procesamiento Sensorial y la Disfunción de Integración Sensoriomotora
La disfunción de la integración sensoriomotora, también conocida como trastorno del procesamiento sensorial (TPS), consiste en una alteración del modo en que el cerebro procesa la información sensorial. Según la revista Autism Parenting Magazine , el TPS puede afectar entre el 5% y el 16% de los niños en edad escolar. Sin embargo, los niños con autismo tienen muchas más probabilidades de padecer esta disfunción, ya que es una característica común del autismo. Aunque no todos los niños con trastorno del procesamiento sensorial tienen autismo, muchos niños con TEA se enfrentan a retos relacionados con el procesamiento sensorial.
Los niños con autismo y TEA pueden mostrar una sensibilidad extrema a cómo se sienten, ven o suenan ciertas cosas. Además, pueden ser propensos a las distracciones y tener déficits en la motricidad fina.
El procesamiento sensorial comprende ocho componentes, que abarcan los cinco sentidos: gusto, olfato, oído, vista y tacto, junto con tres elementos adicionales. Se trata de la función vestibular, que se refiere a la colaboración entre el oído interno y el cerebro para controlar el movimiento de los ojos, el equilibrio corporal y la conciencia del propio cuerpo en relación con otros objetos; la propiocepción, a veces denominada "sexto y séptimo sentidos", que implica la comprensión del movimiento o la posición del propio cuerpo; y la interocepción, que es la percepción de lo que ocurre dentro del propio cuerpo, como sentir calor o frío, tener sed o hambre, o la respuesta del cuerpo a determinados sentimientos y emociones.
En el procesamiento de estímulos, las personas pueden experimentar dos formas de respuesta. Los niños muestran hipersensibilidad cuando tienen una baja tolerancia al dolor y experimentan problemas de coordinación, y cuando las luces, los sonidos, las texturas y los sabores pueden estimularlos con facilidad. Por otro lado, la hiposensibilidad se manifiesta cuando el niño no recibe suficiente estimulación sensorial, presentando alta tolerancia al dolor, comportamientos como chocar con paredes u objetos y la necesidad de llevarse objetos a la boca y tocarlos.
Los University of Connecticut resalta la decisión del DSM-5 de no clasificar el procesamiento sensorial como trastorno a pesar de su inclusión en otras guías de clasificación diagnóstica.
¿Cómo Reconocer el Perfil Sensorial de su Hijo?
Aunque lo ideal es que un profesional se encargue de esta tarea, puedes encontrar algunos recursos útiles para recopilar información sobre el perfil sensorial de tu hijo. En Internet puedes encontrar listas de comprobación para la observación que te proporcionarán datos valiosos para compartir con el terapeuta de tu hijo. Un ejemplo es la lista de comprobación sensorial ofrecida por Sensorysmarts, que incluye seis componentes del procesamiento sensorial.
Creando Una Dieta Sensorial Para el Autismo
Los terapeutas diseñan actividades dentro de una dieta sensorial para el autismo para abordar sistemas sensoriales específicos, adaptándose a la edad y las necesidades de cada individuo. A continuación, encontrarás ejemplos de actividades que puedes integrar en el plan de dieta sensorial de tu hijo:
El Tacto:
Dentro del sentido del tacto, las actividades de la dieta sensorial pueden implicar texturas, temperatura o vibración. Algunos ejemplos son:
- Dibujar en la arena
- Masajear las manos
- Jugar con plastilina o pelotas
- Jugar con espuma o jabón
- Coser
Propiocepción (sentido del cuerpo):
Para las actividades relacionadas con la propiocepción en una dieta sensorial, considera acciones que impliquen levantar, empujar o tirar de objetos pesados. Algunos ejemplos son:
- Empujar un carro o un coche
- Tirar de un carro con objetos
- Llevar una mochila
- Jugar a la rayuela
- Levantar pesas
- Flexiones contra la pared
- Llevar un chaleco de pesas
- Nadar
- Aspirar
Vestibular (sentido del movimiento):
Genera sensaciones de movimiento en una dieta sensorial a través de actividades que implican giros u oscilaciones. Algunos ejemplos son:
- Jugar en columpios
- Balancearse en una hamaca
- Girar en un sit and spin
- Rodar
- Saltar a la cuerda
- Bailar
Auditivo:
Dentro del sistema auditivo, incluye actividades para recuperar la calma y organizar la información. Algunos ejemplos son:
- Escuchar música, sonidos de la naturaleza o agua corriente
- Utilizar auriculares con cancelación de ruido
- Tocar un instrumento musical
Visual:
Para reducir la estimulación visual en una dieta sensorial, considera actividades como:
- Organizar las áreas y mantenerlas libres de desorden
- Guardar objetos en cajas
- Evitar el uso de luces fluorescentes
- Utilizar colores neutros para decorar
Gusto y olfato:
En una dieta sensorial, incorpora determinados olores y sabores para estimular o calmar. Algunos ejemplos son:
- Olores calmantes, como la lavanda, el jazmín y la rosa
- Olores inquietantes, como la menta o los cítricos
- Utilizar productos inodoros, como detergentes o champús
- Experimentar con sabores fuertes
- Involucrar a los niños en la preparación de la comida
- Incluir alimentos crujientes y masticables
- Ofrecer alimentos que se puedan chupar o lamer, como paletas o bebidas con pitillos
ABA Centers of Florida y Terapia Para el Autismo
Una dieta sensorial representa una herramienta invaluable en el tratamiento de las necesidades sensoriales de los niños con disfunción de integración sensorial motora y autismo. Sin embargo, reconocemos que la atención integral es fundamental para garantizar el progreso y la felicidad de nuestros niños en el espectro.
En ABA Centers of Florida, nos dedicamos a proporcionar un servicio integral para satisfacer las necesidades de las familias neurodiversas en Doral, Miramar, Port Saint Lucie, Tampa, Orlando, Boca Ratón, Melbourne, Davenport, Kissimmee, y Bradenton. Nuestra terapia ABA, disponible tanto en entornos clínicos como en el hogar, se destaca como el estándar de oro en la atención del autismo.
Un grupo de ABA Centers of Florida profesionales certificados y expertos en el cuidado del autismoofrece nuestra terapia ABA en ABA Centers of Florida. BCBAs y RBTs entienden los desafíos sensoriales que los niños con TEA pueden enfrentar e implementan planes de terapia que abordan estas cuestiones. Al diseñar un plan de terapia, incluyen actividades de dieta sensorial que benefician a tu hijo ayudándole a regular su comportamiento y mantener su bienestar.
Para iniciar la terapia ABA o resolver cualquier duda relacionada con el autismo, te invitamos a llamarnos al (772) 773-1975 o contáctanos en línea. En ABA Centers of Florida, ayudamos a tus hijos a adaptarse a su entorno a través de la comprensión, la compasión y la profesionalidad.